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Las rutas se estrenan en FITUR 22, discurren por el Parque Natural de ses Salines y pasan por la cueva donde se refugió Alberti con María Teresa León en 1936

24 enero, 2022

Sant Josep de sa Talaia es un destino con atractivos para todo tipo de públicos: los que disfrutan la gastronomía, los que se apasionan con la historia, los que viajan al municipio atraídos por su fiesta, quienes sueñan con el sol y la playa, los que prefieren la cultura o los deportes… Para poner al alcance de todos ellos su deslumbrante naturaleza, el municipio abre sus puertas de par en par al viajero, al que invita a perderse por unas rutas de senderismo de ensueño. Porque Sant Josep estrena nuevas dos rutas de senderismo en FITUR 2022.

hemos preparado estas rutas de senderismo y snorkel con mucha ilusión, sabiendo que son muchas las personas apasionadas de estas actividades en la naturaleza que las van a recibir con entusiasmo”, ha dicho en su presentación el concejal de Turismo de Sant Josep, Eduardo Sánchez, esta mañana en Fitur.

Las dos rutas discurren por el Parque Natural de ses Salines y en ellas se habilitarán diferentes señalizaciones para que el usuario pueda seguirlas con facilidad. Durante la caminata, el excursionista dará con diversos tótems en los que, mediante un código QR accederá a una ficha virtual de cada enclave con la información del punto exacto donde se halla y una galería de imágenes. Esta galería incluirá también vídeos y visitas virtuales en 360 grados.

Las rutas son las siguientes:

  1. RUTA SA SAL ROSSA

En el extremo sur de Sant Josep, se halla uno de los tesoros naturales y patrimoniales más emblemáticos de la isla: los estanques que conforman las salinas de Ibiza. Esta obra de ingeniería se remonta a la época fenicia y, desde entonces, sus aguas multicolor son una de las muestras más reconocibles de la economía tradicional de la mayor de las Pitiusas. Los estanques forman el núcleo del parque natural del mismo nombre y constituyen el hábitat de un amplio catálogo de especies animales, en especial aves migratorias, y diversos endemismos vegetales. Un entorno único que ofrece al visitante multitud de atractivos que bien merecen una visita.

La ruta de sa Sal Rossa se puede iniciar por cualquiera de los puntos señalados. En este caso, saldremos desde la iglesia de Sant Francesc de s’Estany hasta llegar a la zona de Platja d’en Bossa, desde donde emprenderemos el retorno al punto de partida. El coqueto templo del siglo XVIII, de muros blanquísimos, presume de un característico perfil y preside el diminuto núcleo de Sant Francesc. Anexo a la construcción, en la casa rectoral, se encuentra el Centro de Interpretación del Parque Natural de ses Salines, una excelente oportunidad para sumergirse en la historia de la explotación salinera, con fotografías, proyecciones y utensilios que sirven para divulgar los valores naturales y culturales del enclave.

Frente a la iglesia, se ubica una plataforma de observación ornitológica que nos permitirá descubrir la riqueza de la avifauna del humedal: flamencos, cigüeñuelas, chorlitejos, correlimos, avocetas, ánades, garcetas, avefrías, aguiluchos, cormoranes, cercetas… La flora no se queda atrás y aporta un alto número de especies únicas de este entorno salinero.

El recorrido nos llevará hasta lugares cargados de historia, como la cueva donde en 1936 el poeta Rafael Alberti y su esposa, sorprendidos por el estallido de la Guerra Civil, se refugiaron durante tres semanas. Una placa recuerda el lugar exacto. No muy lejos se halla la torre vigía de sa Sal Rossa, ejemplo de fortificación costera del siglo XVIII encargada de velar por la seguridad de las costas pitiusas.

  1. RUTA SES PORTES:

Esta ruta nos permite bordear todo el perímetro de la fachada marítima de las salinas de Ibiza, recorriendo sus dos grandes arenales: la cosmopolita y archifamosa playa de ses Salines y la playa des Cavallet. La ruta comienza en la zona de Sa Canal, el poblado que se erigió con la explotación salinera entre los siglos XIX y XX. Frente al núcleo, se halla el muelle salinero, que incorpora toda la maquinaria precisa para realizar el embarque de la sal.

El antiguo cargador de sal, el poblado de Sa Canal y el muelle salinero constituyen el núcleo industrial de la zona, que se complementa con otras edificaciones, como la actual sala de exposiciones La Nave, por donde antes discurría la antigua vía del tren salinero.

Siguiendo camino, descubriremos el Pou des Carbó, que proporcionaba agua en el siglo XVIII a las calderas del ferrocarril, y la playa de ses Salines, un precioso arenal cuyo último tramo se convierte en recoletas calitas talladas por el efecto del viento. Otros puntos de interés de la ruta son el Pouet de sa Trinxa, un pozo habilitado para suministrar agua dulce a los jornaleros, la torre vigía de ses Portes, levantada en el siglo XVII, y la Punta des Cavallet, final del recorrido, desde donde se abre la magnífica playa del mismo nombre y donde se halla la capilla de sa Revista, del siglo XVIII, que fue construida para dar servicio religioso a los trabajadores de las salinas.