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La primera campaña de excavaciones de los restos del yacimiento púnico y romano de Can Corda amplia los descubrimientos de la toma de posesión de contacto que se hizo en los años 80 del siglo pasado

24 junio, 2022

El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha recibido el informe de los arqueólogos con las conclusiones preliminares de la primera campaña de excavaciones en el yacimiento de la finca de Can Corda, donde se encontraron vestigios de una villa púnico-romana. Estos trabajos han permitido profundizar en el conocimiento de estos restos a raíz de las evidencias preliminares que se obtuvieron en una intervención realizada en los años 80 del siglo XX, lo que ha permitido concluir, entre otras cuestiones, que el yacimiento tiene una superficie mucho más grande de la que se creía hace 40 años y también se ha confirmado la datación original, estableciendo la fundación en época pública con una gran reforma efectuada en época de Augusto.

La campaña de investigación ha sido posible a raíz del convenio firmado con la Sociedad Arqueológica de Ibiza y Formentera con el apoyo de la Universitat de les Illes Balears, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT) y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. La excavación está liderada por el arqueólogo Juan José Marí Casanova, que es el director e investigador principal. Esta campaña de excavaciones ha costado alrededor de 18.000 euros, aportados íntegramente por el Ayuntamiento.

«En esta villa púnico-romana tenemos unas 10 estancias y creemos que podría haber dos más, que confirmaremos en próximas excavaciones. También tiene una cisterna púnica, una almazara con un contrapeso para la prensa de las olivas junto con el cubeto en el cual se depositaba el aceite, que después se conservaba en ánforas en otra estancia, una despensa donde hemos encontrado restos de vajilla y un patio central. Tenemos muchos de los elementos, pero ahora toca resolver algunas dudas históricas sobre el uso e incluso la posibilidad de añadidos de épocas posteriores, y continuar ampliando el área de excavación porque con la configuración tan clara de una villa, tenemos la teoría que podría disponer también de una zona de sepultura que también estaría situada a escasos metros, como se acostumbraba a hacer» ha comentado Juan José Marí Casanova.

La excavación de este yacimiento se empezó a promover alrededor del 2020 con la tramitación de los permisos y la recopilación de la documentación necesaria, que culminó a finales del mes de mayo, con el inicio de los trabajos de excavación, que han durado tres semanas.

«La importancia que podía tener este yacimiento ya quedó establecida en los años 80, y gracias al interés y la implicación de la propietaria de esta finca, Clara Marí, ha sido posible retomar los trabajos para poder conocer qué tenemos aquí», ha explicado la regidora de Patrimonio, Ángeles Marí. «Tenemos que agradecer su colaboración y también el trabajo exquisito que ha hecho el equipo arqueológico, que nos ayudará a reconstruir este trozo de historia para los josepins y las josepinas que representa el yacimiento y que todavía guarda cosas por descubrir», ha dicho.

Las excavaciones han permitido confirmar y ampliar los hallazgos iniciales de los años 80, con la delimitación de más espacios pertenecientes a la antigua villa a los que todavía se tiene que asignar un uso. Los investigadores creen que faltan todavía más estancies para encontrar y por eso confían en próximas excavaciones para acabar de establecer la configuración de este asentamiento, la próxima posiblemente se hará en mayo de 2023.