El primer pleno del año del Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha aprobado con el apoyo de todos los grupos excepto el PP la concesión de la Medalla de Oro del municipio a la arquitecta Isabel Martínez León, por su «extraordinaria contribución para impedir la urbanización de toda la zona del actual Parque Natural de ses Salines, en los años 70, en la defensa de la legalidad. Con este «reconocimiento público y social» la corporación distingue los méritos acumulados por Martínez en su insobornable defensa del territorio, resistiendo a las presiones que tuvo que sufrir, y que llegaron de todos los frentes, para permitir la construcción de 20.000 viviendas que habría supuesto la destrucción de uno de los parajes más emblemáticos y queridos «por todos los ibicencos», como ha recordado la teniente de alcalde Pilar Ribas en su exposición, en la que también ha destacado «un hecho que no se menciona en los informes, el techo de vidrio» con que topó Martínez por el hecho de ser mujer «en su enfrentamiento con la sociedad josepina y contra la corrupción urbanística de aquella época». Ribas ha recordado que la arquitecta acudía a su trabajo «embarazada y se jugaba el trabajo, algo con unas consecuencias mucho más graves» por el hecho de ser mujer. «Fue doblemente valiente», ha reiterado.
El regidor de Ara Eivissa, Josep Antoni Prats, ha destacado su valor ambiental único y ha recordado el vínculo ancestral de los ibicencos con ses Salines, desde que en el 1261 los conquistadores catalanes acordaron que los isleños serían los propietarios de la explotación y gestionarían su riqueza, una situación que se mantuvo durante siglos hasta que se apropia la Corona para venderlas después. Este sentimiento de patrimonio colectivo perdura en el tiempo y germinará más adelante con un movimiento para la defensa de toda esta parte del municipio de Sant Josep que culminó con la protección como Parque Natural. Que habría llegado demasiado tarde para salvar ses Salines si no hubiera sido por la determinación y la ética de Martínez León y el alcalde José Tur Serra, Cocas «para poner la legalidad por delante de los intereses económicos» para evitar la destrucción de este entorno. «Cada uno se ha puesto del lado que ha elegido», ha dicho sobre el resultado de la votación.
Martínez de León era la arquitecta municipal de Sant Josep que entre los años 1974 y 1977 se opuso en el plan parcial y en el plan general de urbanismo que pretendían llenar de hormigón los estanques de ses Salines, todavía muy preservadas. Ella y el alcalde de la época, estaban prácticamente solos en la oposición al proyecto y la defensa de la legalidad. A los dos les costó también el puesto, como ha recordado el regidor de Proposta per Eivissa, Vicent Torres, en una conversación posterior a aquella época, el propio Cocas admitía haber sido un alcalde «escogido a dedo. Igual que me quitaron», ha citado. La regidora de Vox, Pino Vidal, ha destacado que Martinez «se va adelantar a su tiempo».
Pilar Ribas ha explicado que, recogiendo también una petición exprés del PP (que se ha abstenido), en el acto de entrega de la Medalla de Oro a la ex-arquitecta municipal, todavía sin fecha, también se hará un recuerdo y un reconocimiento del papel del alcalde Cocas (fallecido en el 2019) para evitar la destrucción de ses Salines.
El plenario también ha tratado la moción de control presentada por el PP a raíz del decreto de protección del territorio 10/2022, que ha contestado el alcalde, Ángel Luis Guerrero, para reiterar que este decreto desclasifica dos zonas del municipio: la Punta den Llossar y su Torreón, y no altera la situación prevista en las normas provisionales que se enviaron al Consell para iniciar su tramitación y pedir los informes externos necesarios para hacer su aprobación inicial. En este sentido, Guerrero ha lamentado que a día de hoy la institución insular todavía no ha empezado «su parte del trabajo» y ha recordado los años de trabajo para llegar a un documento «que tiene que dar tranquilidad a los ciudadanos de Sant Josep» después de los 25 años «de follón y caos para favorecer unos pocos» antes de los gobiernos progresistas. «A cuentas de hiperventilar y salir a criticar a toda prisa»