El Ayuntamiento de Sant Josep ha sacado a licitación la limpieza del vertedero incontrolado de Cala Tarida, por un coste de salida de 796.000 euros con el IVA. El procedimiento permitirá adjudicar el trabajo antes de proceder a la entrada a la propiedad, por la que se ha pedido autorización judicial. La idea es poder hacer toda la retirada de los vehículos y sustancias contaminantes que se tiene constancia que se guardan sin las condiciones mínimas de seguridad en este vertedero ilegal en el plazo de un mes. El Ayuntamiento actúa de manera subsidiaria en este caso, después de que el propietario de la finca haya incumplido los diversos plazos que se le han dado para que descontaminara el terreno y restableciera esta finca rústica a su estado natural. En cualquier caso, el coste final que tenga la intervención pública se le reclamará con posterioridad a esta persona por los distintos medios al alcance de la Administración, llegando a la expropiación si es necesario. «Desde el Ayuntamiento estamos decididos a restablecer la legalidad en este punto negro de nuestro municipio, no importa el tiempo que tardemos, aunque en este caso ya estamos cerca de poder acceder a la finca y solucionar una situación intolerable que representa un peligro para las personas y para nuestro medio», ha dicho el alcalde, Ángel Luis Guerrero.
La complejidad de este operativo ha obligado a preparar el concurso público en base a la información recogida en varios operativos policiales y, por la cuantía económica que se estima que costará, este se ha tenido que publicar también en el diario oficial de la Unión Europea, trámite después del cual se puede dar inicio al procedimiento y empezar a recoger desde mañana las ofertas de las empresas interesadas, que tienen hasta el 7 de abril para optar al encargo.
Según se detalla en el pliego de la licitación, los trabajos se extenderán a toda la finca objeto de la actuación municipal, de 22.320 metros cuadrados, en los que se han contabilizado más de un centenar de vehículos, algunos de ellos pesados, y embarcaciones de varias esloras. La empresa adjudicataria tendrá que poder iniciar la descontaminación en el plazo máximo de 15 días a partir de la firma del contrato y dispondrá de un mes en total para completar la operación, el tiempo que se ha pedido al juzgado que autorice la entrada en domicilio para poder recuperar ambientalmente el terreno. En el plazo de la limpieza, la contratista tendrá que presentar un informe final de servicio detallando los distintos tipos de residuos que haya encontrado y qué ha sido su gestión, que se tendrá que hacer según la normativa vigente.
Según se detalla en la memoria justificativa del proyecto, además de vehículos (55) y maquinaria de gran tonelaje (10), se estima que hay en la propiedad embarcaciones a motor y vela (30), velomares y patinetes de agua (60), residuos inflamables como pinturas y disolventes, químicos como reactivos y productos agroquímicos, aguas contaminadas, productos de limpieza, plaguicidas, mercurio, y los envases que han tenido este tipo de productos, baterías, algunas de plomo, pilas y acumuladores, cintas y apoyos magnéticos, además de CD, restos voluminosos y escombros, restos de poda, maderas, vidrios, plásticos valorizables, neumàtics, residuos electrónicos, aceites minerales y vegetales, chatarra y así hasta una lista de casi medio centenar de tipos distintos de residuos, todo en cifras aproximadas por la carencia de colaboración de la propiedad, y que incluyen también materiales peligrosos como los explosivos, cada uno con su correspondiente método de gestión.
A raíz de la incoación el año pasado del expediente sancionador por la acumulación de restos peligrosos en la propiedad, al titular se le impuso una sanción de 5.000 euros, multa que ha acontecido firme a principios de este año. Con esta tramitación completada, se procedió a reiterarle al propietario a través de un decreto de alcaldía de febrero de este año la obligación de retirar todos los residuos de la finca, a través de notificaciones que ha rechazado reiteradamente. Superados los plazos, la notificación se consideró rechazada y se procedió a incoar la ejecución subsidiaria, con la redacción de un proyecto de limpieza que ahora se licita y que tendrá que esperar a la autorización judicial de entrada para poderse ejecutar. El coste que finalmente tenga esta operación se añadirá a la cuantía que ya se le reclama por el vertedero incontrolado, sin descartar que se le puedan imputar también responsabilidades penales según evolucione el caso.
Paralelamente, se iniciaron los trámites para proceder a la retirada de las embarcaciones de gran eslora que, situadas alrededor de la finca, se encontraban fuera de la propiedad y en la zona de servidumbre de la red viaria. En este caso se pudo actuar para garantizar la seguridad en el tráfico, dado que las embarcaciones representaban un riesgo para los vehículos porque se encontraban apuntaladas en situación precaria y podían caer sobre la calzada. En el marco de este dispositivo, realizado hace unas semanas, el propietario de la finca donde se encuentra el vertedero ilegal se identificó como responsable de estas embarcaciones y miró de obstaculizar su retirada, por lo que fue detenido y puesto a disposición judicial. Anteriormente, ya había sido condenado para amenazar a la regidora de Medio Ambiente de Sant Josep, Mónica Fernández, cuando se le citó para ser notificado en el marco del proceso de descontaminación de su propiedad.
La finca en cuestión ha sido objeto de reiteradas quejas por el riesgo ambiental y de seguridad que representaban el importante volumen de residuos peligrosos y contaminantes, además de más de un centenar de vehículos abandonados. Fruto de estas denuncias, el Ayuntamiento ha requerido reiteradamente al propietario que asumiera su obligación de mantener en buen estado la finca. De hecho, los primeros avisos de la situación llegan en el 2016. A raíz de estos, se han hecho varias inspecciones que han confirmado la acumulación de residuos peligrosos, como materiales químicos contaminantes y combustibles, junto con evidencias de la reparación de vehículos y embarcaciones en cielo abierto y sobre un suelo permeable. También se acumulan los restos de materiales de construcción y sin ninguna medida de prevención de riesgos ni ningún cuidado de la vegetación. Pero el principal riesgo en la finca lo representa el hecho que se acumulan desde turismos hasta camiones y maquinaria de gran tonelaje, además de embarcaciones en un número creciente.