La Policía Local de Sant Josep de sa Talaia inicia estos días una campaña de control sobre el cumplimiento de la prohibición de hacer fuego en zonas urbanas y también en las zonas forestales del municipio, donde está expresamente prohibido hacerlo. Para esta supervisión los agentes contarán también con el apoyo de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Sant Josep, lo que permitirá cubrir una superficie mayor del territorio municipal. «Nos tenemos que avanzar al peligro con acciones de prevención y, lo más importante de todo, ante el incremento del riesgo de incendios, es que toda la ciudadanía tome conciencia y eviten cualquier conducta que pueda derivar en un incendio, porque en las circunstancias que estamos teniendo estos días podría resultar muy difícil de controlar», ha explicado la alcaldesa accidental y responsable de Gobernación, Pilar Ribas.
Ribas también ha apuntado al peligro que representan determinadas prácticas como el pilotaje de motos fuera de pista, por el riesgo que un accidente o una chispa del tubo de escape pueda causar un fuego en zonas boscosas. «Un buen motorista tiene que seguir las normas, sobre todo cuando son por el bien de todos. No está permitido pilotar fuera de los caminos, entre otras cosas, para poder seguir disfrutando de la naturaleza y los paisajes que todos estimamos», ha insistido, «por eso también seremos rigurosos con todos los imprudentes que amenazan nuestros rincones más preservados».
Cada año a principios de mayo se decreta desde el Govern la prohibición de hacer fuego en el campo, pero la Policía Local recuerda que antes de este periodo «siempre se tiene que pedir autorización al Ibanat». También explican que la prohibición de hacer fuego en zonas urbanas se extiende a todo el año y está regulado en las ordenanzas municipales, con la única excepción de las zonas donde está expresamente previsto que se pueda hacer fuego, como son los merenderos públicos. En el caso de las zonas forestales, se aplica la ley estatal. Las sanciones previstas por los infractores van de los 600 a los 10.000 euros, según informan desde la Policía Local, que invita a toda la ciudadanía a «evitar lo que puede ser la barbacoa más cara del mundo» por la pérdida de riqueza natural que representa cada incendio.
Estas acciones se han acordado desde el mando operativo del cuerpo ante las elevadas temperaturas que se están registrando en esta época del año, anormalmente pronto, y ante la previsión que el calor seguirá los próximos días, además de las ráfagas intensas de viento.