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El Ayuntamiento de Sant Josep acomete los trabajos de rehabilitación de la torre de Can Curt de Sant Agustí

28 diciembre, 2020

El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia, a través de su concejalía de Cultura y Patrimonio, ha iniciado las obras de rehabilitación de la torre de Can Curt, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), en unos trabajos subvencionados por la consellería de Patrimonio del Consell, que aporta 62.000 euros de los 120.000 de presupuesto. Esta mañana el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, y la consellera de Cultura y Patrimonio, Sara Ramon, han visitado el monumento para conocer como avanza la intervención en el monumento, integrado en el conjunto que forma el actual Centro Cultural, con una duración prevista de tres meses.

Marí Ribas ha destacado la «celeridad con que hemos actuado tan pronto como el Ayuntamiento ha sido informado de la gravedad del estado de esta torre tan icónica de Sant Agustí. Desde el primer momento nos movilizamos para evitar que su mala situación empeorara, empleando incluso técnicas que no se habían usado nunca en Ibiza, como la *enfaixat de toda la torre. No hemos escatimado en recursos para asegurar que siga de pie mientras conseguimos los permisos para rehabilitarla íntegramente».

«Tenemos que agradecer doblemente al Consell la diligencia con que ha tramitado el proyecto sin poner ninguna traba y la voluntad de colaborar en la restauración, con la aportación económica que nos permitirá llevarla adelante», ha añadido el alcalde.

La consellera de Cultura y Patrimonio, por su parte ha recordado que desde el Consell se hace una ayuda plurianual durante cuatro años para la conservación «del patrimonio que es de todos los ibicencos y, en este caso, del pueblo de Sant Agustí. Unas torres que nos enseñan cómo es nuestra historia y como hemos ido avanzando hasta el día de hoy, por eso tenemos que ponerlas en valor y cuidarlas».

La regidora de Cultura y Patrimonio de Sant Josep, Cristina Ribas, ha detallado que los trabajos avanzan a buen ritmo, una vez terminado el andamio alrededor del monumento. «No es una inversión muy elevada, pero era imprescindible hacerla ahora para evitar que llegara a afectar toda la torre». Ribas ha detallado que los trabajos consistirán en restablecer la integridad de los muros reposando el mortero allá donde se ha perdido. También se tienen que consolidar las vueltas rehaciendo todas las juntas y rehacer la cubierta para asegurar la impermeabilidad.

Ribas ha explicado que aprovechando esta intervención, se rehará el suelo original de trespol, mezcla de graba, cal y arena apisonadas, y se suprimirán los elementos que se apegaban en la torre. «Para más adelante tenemos la idea de instalar una colección etnográfica permanente en Sant Agustí, con esta torre como un primer espacio expositivo», ha explicado.

La torre de Can Curt, construida en los siglos XVI o XVII, con los característicos muros con las piedras dispuestas en forma de espina de pez, se encontraba en un estado precario causado por el tiempo y la infiltración de agua en su interior. En este estado, se consideró urgente la rehabilitación integral del monumento y se procedió a una intervención de emergencia para evitar que aumentara su deterioro mientras esta se tramitaba.

En el pasado más de febrero se acometió preventivamente el entablillado de la torre, impermeabilizando la cubierta para evitar que sufriera mayores desperfectos. Durante este tiempo, se dispusieron varias fajas para la cara exterior a lo largo de los 11 metros que tiene de altura la construcción, usando tensores de tipos ratchet y tablones de madera ceñidas con riscos para repartir la presión. También se retiraron las plantas trepadoras que habían arraigado en el mortero de la torre.

Previamente, el interior de la torre se tuvo que apuntalar, se puso un canalón de PVC para el desagüe provisional del agua de lluvia y se cubrió de pintura de clorocaucho la cubierta, con una capa sencilla de retirar a la vez de emprender las obras de mayor envergadura necesarias para conservar la torre. Estas, al tratarse de un BIC, han tenido que recibir el visto bueno de la Ciotupha antes de poderse iniciar.