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El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia acoge la presentación del Diagnóstico de género del municipio, que constata la desigualdad existente en las distintas áreas

5 marzo, 2021

El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha acogido la presentación a los miembros del equipo de gobierno del diagnóstico de género del municipio, en el marco de los trabajos que tienen que llevar a la elaboración del II Plan Municipal de Igualdad de Género de Sant Josep, que realiza la concejalía de Igualdad. Este diagnóstico, que se ha conocido coincidiendo con las jornadas previas a la celebración del Día Internacional de la Mujer, confirma la grieta social y económica que sufren también las mujeres del municipio, en línea con el resto del territorio de la comunidad balear. «Este diagnóstico nos pone frente a frente con una realidad incómoda, donde la mujer está más expuesta a la vulnerabilidad económica y social, y ante el hecho que, a pesar de los compromisos, todavía queda mucho para hacer tanto por parte de la Administración como desde toda la sociedad», ha dicho la regidora de Igualdad, Guadalupe Nauda.

El trabajo, que analiza el trabajo hecho en el marco del I Plan de Igualdad, detecta la necesidad de incorporar programas y procesos de trabajo, más allá de las acciones puntuales para incidir en las políticas de igualdad, incorporando la perspectiva de género a la toma de decisiones desde la Administración. A pesar de que se constatan adelantos en el uso del lenguaje inclusivo, se detecta que hay departamentos que no disponen de datos desagregados según el género y encuentra que se tiene que dar una información más clara a la ciudadanía.

La presentación del diagnóstico, a la que han participado todos los miembros del equipo de gobierno, ha sido a cargo de la consultora Itziar Arratibel, que lo presentará también al Consejo de Mujeres e Igualdad del municipio, en el marco de la participación que se quiere dar al que será el II Plan Municipal de Igualdad de Género, que se quiere tener listo para este año.

Para analizar la situación actual, el diagnóstico contiene una profusión de datos socioeconómicos que dibujan una situación global para la mujer de mayor fragilidad, especialmente en un momento de crisis como el actual. El municipio se caracteriza por la alta movilidad y la diversidad de origen de la población, hecho que supone redes familiares más débiles y la mayor concentración de recién llegados a los núcleos más poblados, sobre todo en Cala de Bou. Además, un 12% de los hogares del municipio están formados por una mujer con hijos a cargo, un punto más que el resto de la isla a pesar de estar por debajo del 13% que se registra en Baleares.

Justo es decir que, a pesar de que la mujer está incorporada al mercado laboral en mayor porcentaje que la media estatal, se ve afectada por una alta precariedad laboral y por la excesiva feminización de determinadas profesiones, mientras que en otras, como las vinculadas a la construcción y la industria, su presencia es casi inexistente o muy minoritaria. La mayor presencia en sectores más afectados por la pandemia ha supuesto que sean mayoría en la cola del paro. Pero también se da el hecho que, incluso en un mismo sector de ocupación, el paro siempre es mayor entre las mujeres que entre los hombres.

También hay menos mujeres afiliadas al régimen de autónomo y en un año como el pasado han sufrido más para encontrar trabajo, como prueba el hecho que seis de cada diez contratos nuevos firmados en el municipio han sido para los hombres. Arratibel habla de segregación ocupacional, donde la mujer todavía sufre roles y estereotipos que limitan su empleabilidad, con ofertas de trabajo que las consideran «menos disponibles» y con las complicaciones añadidas por las mujeres con hijos a cargo. Como nota positiva, el diagnóstico observa que hay un mayor número de mujeres como titular de explotaciones agrarias en el municipio.

El diagnóstico se acompaña del resultado de varias encuestas realizadas a representantes relevantes de entidades de la isla, grupos de discusión en diferentes ámbitos, el propio personal del Ayuntamiento y también a la ciudadanía del municipio. A pesar de que la nota que recibe el Ayuntamiento en las encuestas es de un aprobado alto (6,3), la opinión mayoritaria de los participantes es que todavía queda mucho trabajo para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres.

Según estos muestreos, menos del 15% de personas consideran que hay recursos suficientes para atender el cuidado de menores y personas dependientes. Un 21% de respuestas señalan específicamente el escaso número de plazas de escoleta, porcentaje similar a los que piden ludotecas y espacios de juego o los que reclaman mayor flexibilidad de horarios para las equipaciones existentes. Justo es decir que las personas no heteronormativas y no binarias encuestadas perciben una mayor discriminación y control social. También es mayoritaria la impresión que las mujeres inmigradas y racializadas sufren esta discriminación en mayor grado.

En cuanto a la atención social en la población, el diagnóstico encuentra que la COVID-19 ha agraviado las situaciones de vulnerabilidad existentes y ha hecho disparar un 90,8% las personas usuarias de los servicios sociales, con un incremento de servicios especializados del 86,7% en el caso de las mujeres y del 33,9% en el de los hombres. En contraste con el 2020, en el 2019 el 61% de los usuarios fueron mujeres, así que la pandemia ha acercado más a los hombres a los Servicios Sociales.

A la vez de analizar el sistema educativo y la implantación de la coeducación, se detecta una falta de recursos que, a la vez, contrasta con la buena aceptación de las acciones de las áreas de Igualdad de las escuelas. También se detecta en las aulas un contexto cada vez más hostil, con neomachismos que impactan en la juventud sin estrategias educativas para remitir estos efectos. A la vez, los estudios especializados tienen una marcada segregación (95% de mujeres en los estudios de enfermería y modelado; 65% de hombres en los estudios de ebanistería). El diagnóstico alerta que es en el espacio educativo donde se viven situaciones de discriminación y violencia contra personas LGTBIQ. Por otro lado, la pandemia ha complicado la detección de los casos de violencia machista y el acceso a las mujeres para iniciar los protocolos, esto ha hecho aumentar la gravedad de los casos atendidos, según el diagnóstico.

El estudio evalúa el tejido asociativo y deportivo del municipio, que se encuentra con buena salud, pero detecta situaciones como la elección del deporte en base a estereotipos de género y la necesidad de buscar nuevos referentes tanto por los niños como por sus padres y madres. Recuerda que en el municipio hay una de las pocas asociaciones de la Isla, la Asociación de Mujeres de Cala de Bou, pero a la vez valora la poca autoorganización de la juventud de Sant Josep.