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El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha tramitado ocho adopciones de perros o gatos acogidos en el municipio desde el inicio del confinamiento y es el único municipio de las islas que lleva la mascota a su nuevo hogar en un trámite que se puede realizar de forma telemática

8 abril, 2020

El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha completado el proceso de adopción de ocho animales desde el inicio del confinamiento decretado a partir del estado de alarma frente al Covid-19, periodo durante el cual se han extremado los requerimientos a los futuros propietarios para evitar cualquier picaresca. Con estas, ya son 60 las adopciones formalizadas desde la puesta en marcha del actual servicio de recogida, gestión y adopción de animales, el pasado mes de julio, unos procedimiento que no se han visto afectados a pesar de la actual situación de estado de alarma, como se ha recordado desde la concejalía de Bienestar Animal.
Según ha detallado la regidora, Guadalupe Nauda, Sant Josep es «el único municipio de Baleares que lleva el animal después a su nuevo hogar». Las solicitudes de adopción se canalizan a través de la web https://canerasantjosep.hombre.blog/ mientras dure el confinamiento. Una vez completada su tramitación, los técnicos de la empresa concesionaria del servicio, Fundación Natura Parc, llevan el gato o perro a casa de la persona que lo ha adoptado.

La regidora ha destacado que «el confinamiento no ha parado las adopciones y desde el centro han puesto todo de su parte y todas las medidas de seguridad para hacer las adopciones a domicilio. También se siguen tramitando las licencias para los perros de razas consideradas potencialmente peligrosas (PPP por sus siglas en español)», ha dicho la regidora.

En los ocho meses desde el inicio del servicio, el primero que adjudica el Ayuntamiento de Sant Josep, se han atendido un total de 290 incidencias relacionadas con animales domésticos, siempre siguiendo el protocolo que empieza con un aviso de la Policía Local de Sant Josep. La mayoría avisos que en 243 ocasiones han supuesto un ingreso en el centro de protección de animales domésticos que gestiona la empresa. En otras 45 ocasiones, se ha podido localizar la persona propietaria de forma inmediata después de comprobar el microchip del animal, hecho que ha permitido la devolución de la forma menos traumática por la mascota.

Los animales que llegan al centro reciben un exhaustivo control veterinario y son desparasitados. En caso de no tener chip, se le pone al mismo tiempo que también se le pone la vacuna de la rabia. Todos los animales que dejan las instalaciones lo hacen una vez castrados, con el microchip -que se ha implantado a 78 que no lo llevaban-, la vacuna de la rabia y desparasitados.
Cuando no se ha podido localizar la persona propietaria, los animales se ponen en adopción en la página web del centro. Actualmente hay 10 gatos y 5 perros en esta situación, además de los animales que ya tienen posibles amos a los que se está mirando de localizar o están en trámites de adopción.

A lo largo de estos meses ha habido también historias complicadas como la que ha protagonizado un dogo argentino que se llama Franco y que hace 8 meses llegó al centro cedido por su propietario, que no encontraba una vivienda en la isla donde lo pudiera tener. Por las dificultades de alojarse en Ibiza, este joven se tuvo que trasladar a la Península. Pasado el tiempo, se puso en contacto con el centro para mirar de recuperar su mascota, que todavía no había encontrado un nuevo hogar -hecho complicado al tratarse de un PPP. El confinamiento lo obligó a suspender el viaje para reencontrarse con Franco, que tendrá que esperar al levantamiento del estado de alarma.

Nauda se ha marcado como objetivo seguir trabajando «para concienciar sobre la adopción responsable para evitar abandonos, en una situación agravada en Ibiza por el difícil acceso a la vivienda, como pasó con Franco». Así mismo, se ha comprometido a «trabajar por la gestión mancomunada en toda la isla de este servicio, a través de un gran pacto para el bienestar de los animales que permitiría una mejor gestión de los animales extraviados o abandonados y más comodidad en la hora de adoptar, con un ahorro económico tanto para el erario público como para el bolsillo de los ibicencos e ibicencas que permitiría crear instalaciones como un crematorio, para no depender también en esto de Mallorca cuando nuestra mascota muere», ha comentado la regidora