El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia, a través de las concejalías de Obras y Bienestar Animal, ha habilitado un área canina, la primera del municipio, al barrio de Can Burgos de Sant Jordi. De este modo, se proporciona un espacio de recreo y ejercicio para las mascotas, que disponen en esta instalación de diferentes elementos para la práctica del agility. El proyecto, diseñado por el estudio Aixut de Barcelona, divide el área en tres espacios diferenciados, uno destinado a que los canes se puedan ejercitar, otro de relax y socialización con otras mascotas y un tercero, un pipi can donde podrán hacer sus deposiciones. Toda la intervención alcanza una superficie de 330 metros cuadrados y ha sido ejecutada por la empresa Mespisa.
La regidora de Bienestar Animal, Guadalupe Nauda, ha destacado que con esta área canina «se soluciona la falta de un espacio adecuado para los canes en esta zona de Sant Jordi. Queremos que Can Burgos siga siendo un área privilegiada de nuestro municipio para las familias y sus mascotas, que necesitaban un lugar como este».
Por su parte, el teniente de alcalde de Obras, Pere Ribas, ha recordado que en esta ocasión el Ayuntamiento disponía de un terreno sin utilización y en la hora de decidir a qué destinarlo se han evaluado distintas propuestas: «Finalmente, junto con Bienestar Animal hemos decidido que lo que hacía más falta era esta instalación, más si tenemos en cuenta que para el año que viene tenemos prevista la construcción en esta misma barriada de un nuevo parque que encantará a los más pequeños». Ribas ha incidido en que este solar «es el emplazamiento idóneo para construir este espacio fantástico».
La inversión, de más de 48.000 euros, se ha ejecutado en solo unas semanas. El resultado es un espacio de recepción dotado de un cenador de madera y dos bancos. A continuación está el espacio de agility con media docena de elementos para que los canes puedan realizar un ejercicio diversificado, situados en varios niveles. La zona de descanso dispone de dos bancos y papelera. El pipi can, por otro lado, es un espacio cerrado con madera y malla y equipado con dos poopcans.
