El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha iniciado una campaña de concienciación a la ciudadanía ante los vertidos incontrolados y la elevada factura que representan en el jefe del año a todos los vecinos y vecinas del municipio. De hecho, los vertidos ilegales y los depósitos de restos de todo tipo allá donde no toca «suponen un gasto anual de 490.000 euros al Ayuntamiento, que no sea dinero que se saque del bolsillo, que salen de los impuestos que paga nuestra ciudadanía y se podrían destinar a financiar otras muchas acciones necesarias en el municipio si todos hiciéramos las cosas algo mejor», ha dicho la regidora de Medio Ambiente, Mónica Fernández.
La gestión adecuada de los restos «nos beneficia a todos, porque todos absolutamente queremos un entorno más limpio y sostenible, incluso los que ensucian no les gusta encontrar basuras en la entrada de su casa. La idea es que seamos conscientes que nuestra casa es todo el municipio y que nos tenemos que preocupar para mantenerla limpia», considera Fernández, que ha agradecido la colaboración de Ibiza Publicidad en las vallas y OPIOS que sirven de apoyo a los carteles de la campaña. Esta se podrá ver en tres vallas del municipio y sendos OPIOS, en todos los casos en puntos con un tráfico elevado de personas. Junto con esta acción, se reforzará la vigilancia en los puntos de contenedores del municipio para perseguir los comportamientos incívicos y mirar de identificar los responsables de los vertidos cuanto antes.
«Lo que tiene que quedar claro es que, tratándose de residuos que gestionamos de manera gratuita, por comodidad o por lo que sea, muchas veces se abocan basuras, restos de poda y residuos peligrosos, como aparatos eléctricos y escombros de la construcción allá donde no toca y resulta especialmente indignante cuando esto pasa justo junto a las islas de contenedores, con la imagen que esto genera de nuestro municipio», ha dicho la regidora. Pero, reflexiona, «si ya lo tenemos en el coche, ¿no nos cuesta el mismo esfuerzo llevarlo hasta donde toca, a la deixallería por ejemplo?». A Fernández le parece «triste» que además del impacto que tienen estas acciones incívicas, el hecho de llevar los restos a su destino correcto «no tiene más coste para la ciudadanía, mientras que arreglar esta mala acción nos sale demasiado caro a todo el mundo».
Al final del año, son «muchas horas de trabajo que damos a la brigada, formada por dos camiones y los operarios correspondientes, que salen prácticamente cada día del año a eliminar alguno de los vertidos incontrolados que se detectan». Las sanciones para depositar residuos fuera de los contenedores, sobre ellos o en los alrededores en espacios no habilitados, van desde 200€ a 6.000€ en función del tipo de residuo y de la cantidad. En el caso de infracción grave, la sanción va desde los 901€ hasta los 45.000€, sin embargo «lo que más nos gustaría seria que todo el mundo hiciera las cosas correctamente y no poner sanciones, no solo para contribuir a la limpieza del municipio y por no molestar a los vecinos, también para mostrar la sensibilidad que se merece nuestro entorno» afirma la regidora.