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El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia solicita que el puerto de Sant Antoni restrinja la entrada de pasaje y mercancias en situaciones de emergencia en las alegaciones al Plan General de Ports de Balears

5 octubre, 2021

El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha presentado alegaciones al Plan General de Puertos de Baleares, elaborado por Puertos de las islas Baleares y actualmente en fase de información pública. Entre las propuestas, la Corporación recuerda el acuerdo de pleno de 26 de noviembre de 2020 en que se instaba que al puerto de la bahía de Portmany se diera prioridad al uso recreativo, deportivo, pesquero y de refugio, restringiendo «a situaciones de emergencia la entrada de pasaje y suministro de mercancías en la isla de Ibiza», y pide que así quede establecido en los usos previstos el Puerto de Sant Antoni. Este es uno de los ocho puntos en que se resumen las alegaciones propuestas en el Plan General, «que consideramos que tiene que ser una herramienta muy importante para poner orden a nuestro litoral e incidir en problemáticas que suframos ahora como los fondeos descontrolados de embarcaciones, ha explicado el regidor de Litoral, Josep Guasch.

El documento enviado hace unos días a la consellería de Movilidad y Vivienda del Govern balear empieza por plantear la corrección de varios errores y referencias en el municipio de Sant Josep para que se ajusten a la realidad del término municipal, como los 29 puntos de atraque que se recogen en Cala d’Hort en el Pla, cuando no existe ningún punto autorizado en esta playa. También está el caso de Cala Corral, donde se indican 51 puntos de atraque autorizados cuando la solicitud de ocupación de la entidad Puerto de Coralmar ha sido denegada por la Demarcación de Costas, entre otras imprecisiones.

Además de la restricción de la llegada de pasajeros y mercancías al puerto de la bahía y el rechazo al aumento de los amarres comerciales, se propone que el Plan General incorpore dentro sus líneas de actuación «la ampliación del campo de boyas» actualmente existente. También que la gestión de campos de boyas ecológicas se pueda extender más allá de los límites de las instalaciones portuarias y que la implantación de estos campos se haga con criterio de sostenibilidad y de manera coordinada con el Ayuntamiento, como fórmula para incidir en el fondeo incontrolado y hacer respetar el decreto de posidonia. También se encomienda a Puertos de las Islas Baleares la vigilancia del fondeo ilegal y la actividad abusiva en determinados lugares del litoral josepí como la práctica del chárter náutico sin autorización.

Para facilitar la arriada de embarcaciones en el mar, otra alegación propone incorporar dentro de las líneas de actuación del plan la legalización y gestión de las rampas de varada que se vienen utilizando en el municipio como tales (Cala Corral, Cala Vedella y sa Caleta). También que no se habilite ninguna rampa en la Cueva de ses Dones, donde se apunta como previsión, y sustituir la actual rampa de Punta Xinxò, que se verá afectada por la reforma del frente litoral de la Bahía, por otra situada en Punta Pedrera a Port des Torrent. Así mismo, se pide prever una marina seca próxima al municipio que facilite la retirada del agua de las embarcaciones.

La gestión de los muelles que registran una importante actividad náutica también tendrían que estar incluidos a las líneas de actuación al objeto de poder vigilar la actividad no regulada y la adecuación de usos en los muelles no autorizados.

El Plan General de Puertos tiene que prever canales de comunicación y coordinación ágiles también con los ayuntamientos implicados para que las líneas de actuación previstas tienen afectaciones directas sobre la gestión del litoral que se realiza desde la administración municipal, como pide otra de las alegaciones.

La séptima alegación presentada insta a dar respuesta a las necesidades de amarras existentes por parte de la flota base real de la isla estableciendo «un porcentaje de amarras a las instalaciones portuarias por estas embarcaciones a precios asequibles». Por último, se pide que el plan incorpore analíticas periódicas de control de calidad de las aguas afectadas por las actividades náuticas en el plan de vigilancia ambiental. También se pide que se haga una monitorización y seguimiento de las praderías de Posidonia oceánica dentro del ámbito de actuación del plan para determinar los efectos de las actuaciones que se desarrollen sobre esta planta.

Desde Sant Josep «pensamos que ahora hay una buena oportunidad para establecer las líneas del que tiene que ser un cambio de modelo de actividad en nuestro litoral, impulsando la gestión sostenible y ordenada de un sector como el náutico y poniendo freno a los abusos que nos generan problemas ambientales graves», ha apuntado Josep Guasch.