El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha procedido a la retirada de los residuos acumulados en la cueva de Cala Bassa y esparcidos por los alrededores, entre otras acciones para devolver la zona a su estado original e impedir que vuelva a usarse como infravivienda. Retirar todos estos restos ha requerido tres jornadas de trabajo por parte de los operarios del servicio de recogida de residuos y limpieza de Litoral del Ayuntamiento, que presta la UTE Es Vedrà. A lo largo de este operativo se han recogido cerca de 1.500 kg. de residuos de todo tipo. «Se trata de un espacio precioso de nuestra costa que en los últimos tiempos se estaba deteriorando y donde nos ha costado poder intervenir. Ahora que lo hemos conseguido, queremos dejar toda la zona en el mejor estado posible y nos aseguraremos que nadie la vuelva a ocupar», ha dicho la regidora de Medio Ambiente, Mónica Fernández.
La limpieza especial de este lugar ha resultado especialmente complicada, debido a que buena parte de los residuos a retirar se encontraban entre la cueva y el mar, en una zona de acantilados con una fuerte pendiente. Esto ha requerido activar personal especializado en trabajos verticales para algunas de las tareas necesarias en la limpieza de este tramo del litoral en un dispositivo, con un coste total de 4.500 euros que incluyen también la gestión de los residuos.
La cueva se encuentra parcialmente en la zona del dominio público costero y en terrenos particulares. Por este motivo el Ayuntamiento ha tenido que contactar previamente tanto con los propietarios como con la Demarcación de Costas para informarlos de las actuaciones previstas.
Esta cueva, de importantes dimensiones, ha sido ocupada durante un largo periodo, durante el cual incluso se había construido una pared divisoria a su interior y también una puerta. En estos años en que se ha usado como infravivienda, se han producido varios incidentes y algunos conatos de fuego relacionados con los ocupantes. Sin ir más lejos, el pasado mes de diciembre se produjo un incendio que calcinó buena parte de los materiales acumulados, obligó a intervenir los bomberos y a evacuar las personas que lo habitaban.
Una vez limpiada la zona de residuos, el Ayuntamiento procederá a acabar de retirar los elementos que han quedado, como los restos de una pared que se ha abierto parcialmente. La idea es devolverla en su estado original, entre otras medidas para evitar que se pueda volver a usar como vivienda.
