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La caldera de biomasa instalada en las piscinas de Sant Josep ha permitido reducir en un 88% las emisiones de CO₂ de combustibles fósiles. El consumo de gasóleo pasa de 70.000 a 8.000 litros anuales de media

5 marzo, 2020

La caldera de biomasa instalada en las piscinas municipales de Sant Josep en 2014 ha permitido pasar de un consumo anual de gasóleo que oscilaba entre los 65.000 y los 70.000 litros anuales a los 8.000 anuales de media que representa esta tecnología, mucho más limpia a efectos ambientales. Desde su puesta en marcha, el consumo de gasóleo ha representado entre 7.000 y 9.500 litros de gasóleo/año, con una media de 8.000 litros anuales, hecho que representa un descenso del 88,6% en el consumo de gasóleo anuales.

La climatización de la piscina con una caldera de biomasa ha permitido ahorrar, además, la emisión a la atmósfera alrededor de 170.000 kg/año de CO2 provenientes de fuentes no renovables. Esto es así porque a raíz de la implantación de esta tecnología, más limpia, se ha reducido una media de 23.000 kg/año la aportación de CO₂ de fuentes no renovables, cuando antes representaban unos 190.000 kg/año, una bajada del 87,9%. La única excepción en esta reducción se registró en 2017, cuando debido a una avería de la caldera de biomasa se devolvió a la de gasóleo durante unos meses.
Estos resultados superan incluso las previsiones que se tenían cuando se anunció esta medida, que eran de reducir un 70% los gases de efecto invernadero. Otros objetivos que se perseguían son la reducción de la dependencia de combustibles fósiles y el aumento de la autosuficiencia energética del municipio.

Ahora, la empresa encargada del suministro de la biomasa, Ingenia Ambiente & Natura, ha llevado a cabo un estudio del ahorro que representa este sistema de climatización de la piscina, como una mejora propuesta durante la licitación del contrato de suministro de astilla para la caldera.
Además, está previsto conectar esta caldera también con el campo de fútbol municipal de Sant Josep, con el que también se podrán dejar de usar las de gasóleo de estas instalaciones. Esta actuación tendrà un coste de unos 35.000 euros y se trata de conectar las cañerías de agua de ambas infraestructuras deportivas por debajo de la calle que las separa.
Cabe decir que la nueva caldera se instaló con una ayuda del 80% del presupuesto procedente del programa europeo Leader de las Pitiusas. Esta acción perseguía no solo unos beneficios ambientales sino también otros indirectos que también es importante destacar. «Entre otros, la generación de una demanda local de biocombustible que redunda en un fomento de la limpieza de los bosques, el que a la vez ayuda a prevenir los incendios forestales y a reducir su virulencia», ha destacado la regidora de Medio Ambiente, Mónica Fernández.

Un beneficio social adicional que se obtiene con la potenciación de la gestión local sostenible de las masas forestales del municipio es también el mantenimiento del paisaje rural y forestal. Esto sin olvidar que acciones como esta contribuyen a la diversificación energética y económica de Sant Josep, «reduciendo la dependencia de combustibles fósiles, que se tienen que importar desde orígenes muy lejanos, en favor otros más limpios y mucho más próximos hecho que hace mucho más sostenible su utilización», según Fernández.