La Policía Local de Sant Josep de sa Talaia ha atendido en lo que llevamos de año un total de 143 avisos y quejas por exceso de rumores vinculados a establecimientos del municipio. Estas representan una cuarta parte del total de las llamadas recibidas por este motivo, con 323 llamadas de vecinos denunciando el exceso de ruido en alguna vivienda próxima, no solo para tener la música excesivamente alta, sino también por otras causas como ruidos de construcción, mascotas o saltos de alarma, por ejemplo. De estas denuncias se han derivado 43 expedientes de infracción contra los responsables. La teniente de alcalde de Gobernación, Pilar Ribas, ha destacado «el celo de nuestra policía en garantizar la tranquilidad de nuestros vecinos y vecinas, con todo el tiempo que supone cuando las quejas llegan de las zonas de población dispersa del municipio y a menudo con muy pocos datos, lo que complica encontrar el origen de las molestias a los ciudadanos. Aun así, quedan muy pocos avisos sin atender, especialmente en las zonas urbanas»
En cuanto a las actividades ruidosas, la franja horaria donde más quejas hay es entre las 22 y las 01 horas de la madrugada, mientras que los días de más llamadas son los fines de semana. Las zonas de donde proceden las quejas son son Platja d’en Bossa, Cala de Bou y algunas de las playas más frecuentadas. En estos casos, el exceso de ruido y otras infracciones a las ordenanzas como pueda ser no disponer de limitador acústico se sanciona con multas que van de los 600 euros a los 300.000 en los casos más graves.
La policía actúa de manera preventiva y también cuando se produce un número relevante de quejas sobre un negocio concreto con inspecciones a los locales, de las que se han hecho 42 en lo que va de año. De esta actividad inspectora, en 20 ocasiones se ha encontrado que el equipo musical cumplía estrictamente la normativa y el estudio sonométrico. En otros 22 casos se ha procedido a precintar de manera cautelar la música del negocio a raíz de las irregularidades detectadas. Justo es decir que esta medida es temporal y se mantiene mientras el establecimiento no de los pasos para garantizar el respeto a las restricciones de contaminación acústica. En este caso se levanta provisionalmente el precinto para efectuar los controles sonométricos y, si se confirma el restablecimiento de la legalidad, se permite retomar la actividad musical, independientemente del procedimiento sancionador que se derive de las irregularidades detectadas. A día de hoy todos los locales donde se ha actuado han recuperado la actividad, excepto los tres últimos inspeccionados en los últimos días.
Las infracciones más habituales son las manipulaciones de los limitadores acústicos, que impiden superar las emisiones determinadas por las ordenanzas municipales, a pesar de que también se han detectado otras situaciones como dobles instalaciones para esquivar los dispositivos limitadores o aparatos distintos a los que se habían autorizado en el estudio sonométrico de las instalaciones.
Estas actuaciones del cuerpo municipal se han extendido al conjunto del municipio, tanto en las zonas de ocio con más concentración de locales musicales y con ambientación musical, hasta lugares como el Parque Natural de ses Salines, donde se han corregido los incumplimientos detectados en varios establecimientos de la playa des Migdia y es Jondal, por ejemplo. Las infracciones se han detectado en todo tipo de establecimientos, desde pequeños locales con pocas mesas hasta algunos de mayor aforo del municipio. En este sentido, el pasado fin de semana se tuvieron que adoptar la medida de precintar los equipos exteriores de un establecimiento situado en las proximidades de Sant Josep y también, todos los equipos musicales de los tres espacios de que dispone otro establecimiento próximo al núcleo de Sant Jordi.
Durante la inspección en el primero de los locales se detectó la instalación de limitadores acústicos distintos a los especificados en el estudio sonométrico del establecimiento y otras deficiencias que también afectan a los equipos. En el segundo de los establecimientos a raíz de una inspección se encontró que había limitadores sin precintar, lo que podría permitir su manipulación, además de cableado por fuera del limitador. En ambos casos, después de que se comprobara que las deficiencias no se habían solucionado, se procedió al precinto cautelar de los equipos musicales.
Por último, también se hacen sonometrias en locales y en domicilios, un procedimiento complicado por sus requisitos técnicos y que requiere de informes técnicos del punto de medición. De estas se han hecho tres este año por parte de la Policía Local, que dispone de dos agentes acreditados para efectuar estas mediciones. Para comprobar el nivel de emisiones se confía en los datos de lectura de los propios limitadores instalados en los locales, donde también se comprueba a través de software especializado, toda la actividad que ha registrado el aparato.