Los vecinos y las vecinas del municipio de Sant Josep están entre los que mejor separan los residuos en la isla de Ibiza, con una tasa de reciclaje que llegó al 32,71% de media en el 2021. Esto supone un incremento de casi el 13% respeto a los datos de valorización de residuos el año anterior, lo último de lo que se dispone de datos cerrados y en lo que todavía no se había iniciado en Sant Josep la recogida de la fracción orgánica, implantada durante la primera mitad del año pasado en todo el territorio. «La concienciación de nuestra ciudadanía ha hecho que la recogida domiciliaria y de los productores singulares haya sido todo un éxito desde el primer momento y confiamos en el apoyo de nuestros vecinos y vecinas para seguir al frente de este esfuerzo colectivo que hemos iniciado para reducir el volumen de residuos que generamos en el municipio y en el conjunto de la isla», ha dicho la regidora de Medio Ambiente, Mónica Fernández, que ha destacado que los residuos depositados en el contenedor marrón ya representan más del 25% del total de recogida selectiva en Sant Josep: «Y esto es un gran hito si se tiene en cuenta que todo este volumen se empezó a recoger de manera generalizada en todos los hogares del municipio a partir del mes de mayo del año pasado», ha añadido.
De hecho, según los datos de que se dispone, casi la mitad de todos los residuos de la fracción orgánica recogidos de manera selectiva en nuestra isla durante el año pasado procedían de Sant Josep. El total de la recogida selectiva durante el año pasado ascendió a 7.935 toneladas, de los cuales 2.179 corresponden a la fracción orgánica. El volumen total de residuos depositados en Ca na Putxa ascendieron a 24.258 toneladas.
La implantación de la recogida de la fracción orgánica no fue posible hasta la entrada en servicio de la planta de transferencia de residuos del vertedero insular. Este hito se consideró desde el Ayuntamiento de Sant Josep como «un reto y una oportunidad para la mejora en la gestión de residuos», según ha recordado la regidora, a pesar de las especiales circunstancias que ha desencadenado la COVID-19. Así, el nuevo servicio se implantó de manera gradual a partir del mes de marzo con la recogida puerta a puerta por los productores singulares y los primeros 17 establecimientos. A día de hoy son 129 los productores singulares adheridos, el 85% de los previstos, aunque los que no se han añadido ha sido principalmente porque no han tenido actividad durante el periodo de pandemia.
La recogida domiciliaría se inició en el mes de abril con la ampliación de la dotación de los nuevos contenedores marrones en la vía pública, con un total de 230 en todo el municipio. Este despliegue estuvo acompañado de una fuerte campaña de concienciación e información a la ciudadanía, con varias acciones de educación y sensibilización en la población general y especialmente en los centros escolares. Entre otras acciones, se repartieron en los primeros meses 3.000 packs informativos proporcionados por la consellería insular de Medio Ambiente formados por una papelera ventilada, bolsas compostables e imanes sobre la utilización del contenedor marrón y la correcta separación de los restos orgánicos.
A pesar de que con la implantación de la recogida de la fracción orgánica han mejorado bastante los datos de reciclaje de residuos en el municipio, todavía se está lejos de los objetivos marcados desde Europa, que establece que para el 2025 se tendría que llegar a una tasa de reciclaje de los residuos del 55%. Esta meta avanzará hasta el 60% en el 2030 y al 65% en el 2035. Por eso Fernández ha apelado a la «responsabilidad ciudadana para hacer las cosas bien y seguir separando cada fracción como toca en cada casa y negocio del municipio, para seguir mejorando nuestras cifras y llegar cuanto antes a los objetivos europeos. Para mantener una isla limpia y sostenible para nuestros hijos, pero también para nuestro bolsillo, porque cada tonelada de restos que no llega al vertedero nos ayuda a bajar el recibo de la recogida de residuos que pagamos todos».
Fernández también ha recordado que para este año está previsto mejorar el servicio de recogida que presta la UTE es Vedrà, con la incorporación de un nuevo vehículo de carga tipo easy con el operario correspondiente y también de un vehículo de carga posterior con tres operarios más. Este refuerzo se ha hecho necesario precisamente atendiendo «el éxito en la implantación de la recogida selectiva de la fracción orgánica».